lunes, 26 de agosto de 2013

El baño afuera

Compartir
Cuesta creer o imaginar la vida sin las comodidades que hoy en día nos resultan indispensables y que parecen que hubieran existido desde el comienzo de la humanidad. Sin embargo, esto no es así, simplemente no hemos vivido esas épocas y si no tenemos un poco de curiosidad y ganas de valorar las comodidades de la vida moderna, ni siquiera nos preguntaremos que hacían nuestros antepasados para superar las cosas más sencillas de la vida.
En el antiguo Buenos Aires, y no le hablo de mucho tiempo atrás, la mayoría de las casas no tenían cuarto de baño incorporado y como no había cloacas, el baño era una letrina con un pozo ubicado en el patio. Para no salir al exterior cuando hacía frío era habitual usar la bacinilla, que muchos allá por 1810 todavía vaciaban en las calles al grito de "¡Agua va! y de usted dependía agacharse a tiempo, porque lo que menos venía era agua.
Y si de agua hablamos una de la razones de carecer del baño como hoy lo conocemos era la falta de un tendido de aguas corrientes y un desagote mediante un sistema de cloacas, cosas que llegarían a las ciudades muy entrado el siglo XX.
Para ubicarnos temporalmente, hasta finales de la segunda guerra en Europa no existían baños dentro de la mayoría de las casas, situación que fue subsanada en la reconstrucción post-guerra, aunque incluso al día de hoy usted puede ver las instalaciones externas en aquellas casas que sobrevivieron en pie la contienda mundial.

Pero como a pesar de no haber pasado mucho tiempo desde que dejamos de utilizar un baño afuera, hay mucho joven que ni se imagina de lo inconveniente que esto era, voy a tratar de darles una idea manteniéndome lo más alejado de la escatología que me sea posible.



Si bien podría irme por las ramas y relatarles las costumbres anti higiénicas existentes desde 5000 años atrás en cada una de las grandes civilizaciones que nos han formado, creo que lo mejor es contar lo que durante el siglo XX era conocido y normal.
Lo primero que uno tiene que tener en cuenta es que la mayoría de los baños, es decir de las letrinas o retretes en Argentina , tal como en Europa, se encontraban fuera del área de vivienda, es decir en patios o fondos. La letrina de hoyo seco era la más común y hoy en día se sigue utilizando en zonas rurales. Se trata simplemente de un hoyo en el terreno, cubierto con una plancha de cemento o madera en la que se ha practicado un agujero sobre el que eventualmente se puede colocar una taza , inodoro o váter.


En los grande palacetes y hoteles del país usualmente se compartía un único baño con bañera, pileta y letrina con inodoro incluido. Usted puede comprobarlo en lugares tales como las ruinas del Hotel Edén de La Falda (ver foto inferior), lugar histórico devenido en museo, donde parara el físico Albert Einstein (y algunos dicen que el mismísimo Führer) sin que eso impidiera que se viera obligado él también a hacer la cola para acceder al baño común de dicho hotel, o en su defecto remitirse a la bacinilla u orinal que usualmente se escondía bajo la cama y perfumaba el dormitorio hasta que temprano en la mañana alguien la sacara y vaciara de líquidos o sólidos contenidos.


Pero en las casas de familia e inquilinatos era un lujo contar con un baño bajo el mismo techo. Eso se debía principalmente a que no se había implementado masivamente el sifón, un codo de cañería que evitaba que los gases volvieran a la superficie y que hoy permite que tengamos baños y piletas de cocina sin malos olores que nos quiten el sueño o envenenen.
 

La aplicación más común de los sifones es en los desagües de los aparatos sanitarios (fregaderos, lavabos, inodoros, etc.), para evitar que el mal olor de las materias en putrefacción del alcantarillado salga por el orificio de desagüe de los aparatos. El modelo más clásico (y el que mejor funciona hidráulicamente) consiste en un tubo en forma de "S" tumbada, de manera que, al desaguar el aparato, el agua llena las dos ramas del tubo, hasta el nivel de desagüe de la segunda, manteniendo un tapón de agua limpia que cierra la entrada de olores.



Pero para la mayoría lo que existía era un simple tubo descendente que llevaba al pozo negro de la vivienda en una línea recta que dejaba pasar todos los aromas que usted pueda imaginar : la letrina de hoyo seco de la que hablamos previamente.


En países como los Estados Unidos han hecho un culto de estos pequeños baños puertas afuera que llaman Outhome, o casa de afuera. No solo han sido tan documentados que puedo darme el lujo de decorar esta nota con fotografías de los mismos, sino que además tenían la característica de tener calados pequeños orificos en forma de media luna y estrellas, cosa que hacía que nadie los pudiera confundir con una depósito de herramientas o galponcito de jardinería.


Usted también debería suponer que el papel higiénico tampoco era un elemento de consumo masivo. En los primeros años del siglo nadie lo conocía y cualquier papel, incluido el de diario servía para el mismo fin que le damos hoy en día. Pero como los diarios tampoco eran accesibles para cualquiera y su tinta suele dejarnos un recuerdo imborrable, podían llegar a usar trapos, que como los pañales, luego se lavaban y volvían a usar o simplemente dejaban la zona en desgracia a la buena de Dios hasta contar con un poco de agua.


No le digo que en el campo continua su uso porque gracias a la energía eléctrica se logró subir el agua en forma automática hasta un depósito mediante bombas y las cloacas se suplieron con conductos permeables bajo tierra donde se deja absorber los desechos de manera natural. Súmele  un sifón y ya puede construir su baño dentro de casa sin problemas.


La próxima vez que deje corriendo el agua de la canilla o tire la cadena por cualquier pavada, recuerde que muchos no disfrutan de tantos privilegios y que otros tantos debieron bregar para lograr que las comodidades llegaran hasta dentro de su casa.
Por suerte la época de limpiarse el traste con hortigas en medio del campo ha quedado en el pasado. O al menos así debería ser.

Taluego

Difúndalo, péguelo en su muro de Facebook, retwittéelo y envíeselo por mail a todos los que quiera.
Pero no olvide mencionar la fuente.
NINGÚN TEXTO ES ANÓNIMO.

Tags: , , , , ,

SÚMESE A NUESTROS AMIGOS



Publicado por

El artículo El baño afuera fue publicado por OPin el lunes, 26 de agosto de 2013. Esperamos que le sea de alguna utilidad o interés. Gracias por su visita y no olvide dejar su comentario antes de partir. Hasta el momento hay 4 comentarios: en el post El baño afuera

4 comentarios:

  1. Me encantó esta nota , en las casas tipo chorizo cómo aquella en la que me crié el viorsi estaba en el el patio...y en los primeros años de mi vida recuerdo que se juntaba el perfumado papel que envolvía a las manzanas para su uso higiénico...Gracias a Dios hoy se vive mucho mejor , al menos en ese aspecto...saludito

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Doña Elba, hoy aprendía algo nuevo, no sabía el significado de viorsi.
      Mis abuelos vivían en casas tipo chorizo de diverso tamaño. Recuerdo los baños separados en medio del patio (dos, uno con bañera) y las cocinas también alejadas de los dormitorios.
      Recuerdo que si bien todas las piezas se comunicaban entre sí, lo usual era salir al patio común.

      Según cuentan los arquitectos la casa chorizo es en realidad la mitad de la típica casa árabe con un patio central y todas la piezas en el perímetro. Pero como los loteos de la capital era de 8,66 mtrs de frente, solo alcanzaba para hacer media casa árabe.

      En la arquitectura y desde la llegada de nuestro amigo Juan de Garay los frentes de las parcelas o loteos en Buenos Aires, correspondían a 10 varas (8,66 mts.) por eso la extraña medida de los frentes de las casas en Buenos Aires. No diez metros, no ocho, 8,66 mts. exactos. La vara era la medida oficial (dos Codos ó tres Pies ó cuatro Palmos).

      ¿Dónde pondrían los árabes el baño?

      Cariños.

      Eliminar
  2. Y pensar que he empezado a leer por su entrada melosa. Como su mejor abeja, he acudido a la llamada de esa fémina que descansaba sobre sus letras para alterar estas... En fin, allí empecé y he acabado en la historia y sus letrinas, o viceversa.

    Pero con usted, amigo, no hago otra cosa que sorprenderme, siempre sorprendido por exceso. Sus historias sobre la verdadera historia e importancia de las cosas, me resulta de lo más interesante. Puede sonar a "colegueo" o que al ser su seguidor, amigo y socio, quiero posicionarme con lo que escribe, o algo así. No. Lo que sí sucede es que disfruto con sus idas y venidas y, obvio, con sus imágenes. Bueno, disfruto más con las de más abajo, abajo...

    Allí volveré para releer y remirar... para entretener la mañana de este agosto declinante. Después, quizá y todo, escriba.

    En fin, le dejo un saludo antes de partir al baño...

    Un abrazo, grande.
    Un abrazo grande.

    Mario

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Don Mario. Como no podía ser de otra manera, este post dedicado a los baños lo he escrito a las apuradas. Se nota en la forma en que quedó escrito, que si fuera en papel, tendría buen uso en los susodichos.

      Yo sé que usted pasa por las señoritas, despreocúpese, yo las publico por esa razón: son miel para cualquier oso.

      Por lo demás intento alejarme de la política y eso trae aparejado que salte de tema en tema de forma que nadie sepa de qué demonios trata el blog.

      Lo importante es que sigo dando batalla y aproximándome a los 500 post.

      Un abrazo grande y lo espero con un cafecito.

      Eliminar

¿Sobrevivió a mi punto de vista? ¡Ahora es su turno!
Sin embargo como los comentarios son una gentileza entre usted y yo, se moderarán y anularán aquellos subidos de tono, agresivos o que utilicen lenguaje soez.
Aproveche su oportunidad , dele, que total nadie lo está mirando y acá lo tratamos mejor que en el mundo real.

Comenta aquí con tu perfil de Facebook

 

OPin Pinturas

OPin cuentos

-¿Qué somos?, ¿Adónde vamos?-No tenemos la más pálida idea.
El psicoanalista no nos mandó tener un blog. No estamos escribiendo un libro, ni somos periodistas en trabajo práctico. No hablamos de nuestros ex, ni de sexo, ni de estreñimientos. No tenemos segundas personalidades como "groncho grasa" , "pituco fiestero" o "mujer de la vida". No somos poetas ni tenemos fotos de gatitos o figuritas con brillantina que se mueven.
Eso sí, hablamos en primera persona del plural de nosotros mismos. Algo raro teníamos.

Aviso de uso

Los contenidos de este blog, con excepción de los cuentos y pinturas originales, son de libre disposición, no comercial, siempre que se cite su origen. Si desea reproducir alguna de las entradas en su sitio, sólo tiene que citar su procedencia y establecer un enlace con el blog, manteniendo sus fuentes. Las fotografías de este blog han sido obtenidas de la red, si usted es su autor y cree que se vulneran sus derechos, póngase en contacto con nosotros y serán retiradas una vez se verifique su propiedad. Queda bajo su responsabilidad el uso que haga con lo extraído del blog.

DMCA.com
Volver ARRIBA
Copyright © 2010- | Nuevo BlogOPin.a® | Designed by Templateism.com | Improved by OPinTemplates