Google no me quiere

Cuando uno abre un blog en Blogger lo hace principalmente porque Google se encuentra detrás del proyecto y nos asegura el posicionamiento mínimo indispensable para que nos puedan encontrar.

Lamentablemente esto también puede ser un arma de doble filo.
Aún cuando debo agradecer todo aquello que recibo sin invertir un solo peso, es frustrante ver como se puede pasar de un estado de bienestar blogeril a uno de malestar del mismo tipo, debido a medidas que se toman arbitrariamente y sin aviso.

Ya el año pasado revirtieron mi tendencia en alza de más de 180 visitantes diarios a tan solo 40. En aquella oportunidad se suponía que el cambio de la herramienta que nos posiciona en los buscadores era motivo del cambio.

El tiempo pasó y recuperé  palmo a palmo el terreno perdido hasta lograr cerca de 100 visitantes por día. Algo pobre pero que para lo que es el blog resultaba suficiente.

Pero el 1 de marzo de buenas a primeras pasamos a no sumar más de 25 visitantes individuales diarios. Si contamos que mis otros blogs, con temas mucho menos interesantes y manejados con poco esfuerzo alcanzan las 50 visitas diarias, debo pensar que se ha penalizado a mi blog por alguna razón que han olvidado comunicarme.

Es posible que de tanto en tanto se den cuenta que soy anti-k y me releguen sistemáticamente de las búsquedas locales, pero sería un hecho irrelevante si contara con la fidelidad de un grupo de seguidores. 

Lo cierto es que no he sumado la suficiente cantidad de éstos y dependo casi en exclusividad del posicionamiento que Google decida otorgarme.

La lucha sigue. Me lean mensualmente tresmil o tan solo mil personas (o menos), vale la pena seguir comunicando.

Nunca seré popular, pero al menos soy, como decía mi abuela, un "adoquín con pelos" y los de este tipo , por lo general no nos rendimos tan fácilmente.

Taluego.