Imaginando The Wall

Para los que somos fanáticos de Pink Floyd es posible que al escuchar The Wall con los ojos cerrados se nos aparezcan una serie de imágenes que por su particularidad no pueden ser asociadas a ninguna otra obra. El maestro, El juez gusano, La madre castradora, Las flores sexuales, El ave de la devastadora guerra, Los martillos marchantes, El grito y un sinnúmero de imágenes únicas perfectamente asociadas gracias a la película homónima de Alan Parker ,
La versión de cine de la obra musical The Wall se filmó en 1982 con producción y distribución de la Metro-Goldwyn-Mayer bajo el título de Pink Floyd The Wall, con Alan Parker como director y Bob Geldof (el líder de The Boomtown Rats) como "Pink" el personaje principal. También participaron en escenas Bob Hoskins y la joven Joanne Whalley. La película sigue de cerca la estructura musical del álbum, con algunas pocas modificaciones, pero cuenta con una narrativa específica. A todas luces las escenas de animación, a cargo de Gerald Scarfe, son un elemento clave en la obra.

Y es justamente sobre éste artista que quiero hablar hoy.

Gerald Scarfe nació en Londres. Después de un breve período en el Royal College of Art de Londres, se estableció como dibujante satírico, trabajando para la revista Punch y Private Eye durante los primeros años sesenta, y en 1967 comenzó una larga asociación con el Sunday Times como su principal dibujante político. También realizó tareas de reportaje en Vietnam, Oriente Medio, India e Irlanda del Norte.

En la actualidad es caricaturista político para el Sunday Times de Londres, trabajo en el que ya lleva 44 años, aunque también ha trabajado para la revista The New Yorker durante otros 21. Además su obra aparece regularmente en muchos periódicos del Reino Unido.

Pero el trabajo cinematográfico de Gerald incluye también áreas menos políticas como el Hércules de Walt Disney, y por supuesto el diseño y dirección de las secuencias de animación para la película de The Wall de Pink Floyd, así como los conciertos en vivo. Recientemente colaboró ​​con Roger Waters, una vez más, para la nueva gira de The Wall.

Ha escrito, dirigido y aparecido en muchas películas de acción y documentales para la BBC o Channel 4 y ha publicado varios libros sobre su obra.

Este británico ha montado varias exposiciones en diferentes locaciones, incluyendo Nueva York, Osaka, Montreal, Los Angeles, Sydney, Melbourne, Chicago, ciudades de Alemania y Londres, y más de 50 exposiciones individuales adicionales que resulta aburrido enumerar. Ha diseñado los decorados y el vestuario para un buen número de obras de teatro, óperas y musicales en Londres, Houston, Los Ángeles, San Francisco, Seattle y Nueva Zelanda.

Gerald Scarfe ha colaborado con la Ópera de Los Angeles varias veces, incluyendo los diseños para Fantastic Mr. Fox y La flauta mágica. Él diseñó los decorados y el vestuario de Orfeo en los infiernos, para la Opera Nacional de Inglaterra en el London Coliseum, más tarde la volvió a montar en Detroit, Houston y Los Ángeles, y también diseñó la producción del Ballet Nacional Inglés para El cascanueces, que permaneció en su repertorio de Navidad por 5 años.

Pero si usted visita su página oficial (pinche aquí) va a notar que su estilo es firme y constante cualquiera sea la faceta que encare artísticamente. Incluida la propia página web.

Sobre las animaciones de la película existen libros y documentales, pero a los fines de los fanáticos argentinos es bueno recordar que dentro del inmenso plantel de animadores y dibujantes se encontraba un argentino, odontólogo de profesión, llamado Rodolfo Azaro, que se dedicó al diseño de los fondos o backgrounds. Fallecido en 1987 Azaro había recibido una beca del British Council que lo llevó a Londres, donde pasó 13 años. "Y mirá si tenía talento", decía el galerista Alvaro Castagnino, "que su impronta en el filme The Wall es más que evidente". El propio Castagnino organizó dos muestras de Azaro en su galería.

Para Alan Parker su película fue una serie de clips musicales enlazando una historia apenas evidenciada por la lírica de las canciones. Un primer intento de "video clip" de 95 minutos de duración.

Tan bueno ha sido el resultado que la película ya es parte de la obra musical y viceversa, porque las imágenes creadas han quedado grabadas a fuego en nuestros subconcientes.

Taluego.