lunes, 8 de agosto de 2016

Un cementerio de película: Highgate

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Si tiene ganas de filmar alguna película de culto, que toque un poco de terror pero con buen gusto, es posible que uno de los más famosos cementerios de Londres sea el decorado apropiado para desarrollar su historia.
En la primera mitad del siglo XIX, la población de Londres creció de 1 millón a 2,3 millones de habitantes. Por ese entonces, todos los fallecidos de la ciudad eran enterrados en pequeñas parroquias usadas como camposantos, las cuales rápidamente llegaron a estar peligrosamente hacinadas. Existen historias de tumbas que eran utilizadas una y otra vez acumulando cadáveres. También se corrían rumores de  que algunos cuerpos eran arrojados directamente en la nueva construcción del sistema de alcantarillas que justamente venía a solucionar el problema sanitario que estaba enfrentando la gran ciudad. En 1832 el Parlamento aprobó un proyecto de ley promoviendo la creación de cementerios privados fuera de Londres, y más tarde aprobó una ley para trasladar todos los cementerios ubicados en capillas a nuevos depósitos.



Claro que hoy aquí no hablamos de uno de los tantos cementerios donde los pobres recibían su última morada ni de aquellos que gracias a donaciones se iban formando en la parte trasera de las iglesias. No, se trata de uno de tantos cementerios para ricos, que no son tan viejos como los que podríamos encontrar en Austria o Alemania, inaugurado el 20 de mayo de 1839, con un diseño muy particular del arquitecto y empresario Stephen Geary.



El predio formaba parte del plan parlamentario para dotar a Londres de una serie de siete camposantos privados, los denominados los Siete Magníficos : el Cementerio de Kensal Green (1832), el Cementerio West Norwood (1837), el que nos ocupa; el Cementerio de Highgate (1839), el Cementerio Abney Park (1840), el Cementerio de Nunhead (1840), el Cementerio de Brompton (1840) y el Cementerio de Tower Hamlets (1841), para que sirvieran de alternativa a los tradicionales cementerios adscritos a las iglesias que como dijimos ya no daban abasto para atender decorosamente la creciente demanda.


Apenas fue inaugurado y de manera que hoy nos resulta extraña y curiosa, se convirtió en el cementerio de moda y en 1854 fue ampliado, agregándosele la zona situada al este de la zona original, que forma la parte oriental del cementerio en su situación actual, separada de la original por una vía (Swains Lane), pero conectadas ambas por medio de un túnel.



En el siglo XX y sobre todo después de la guerra, el cementerio entró en decadencia; las capillas de estilo Tudor se cerraron en 1956 y en 1975 el lugar estaba en ruinas, situación que fue el motivo de que se creara la fundación de la Sociedad de amigos del cementerio de Highgate, que desde 1981 lo administra y se ocupa de su mantenimiento. En 1987 el cementerio de Highgate se incluyó por primera vez en el Registro del Patrimonio Inglés de Parques y Jardines de Especial Interés Histórico, y en 2009 se actualizó ese registro elevándolo a la categoría 1.

 
La belleza de lo mórbido es difícil de explicar, pero cuado se centra nuestra visión en la arquitectura y el paisajismo, la cuestión necrófila pasa a un segundo plano que refuerza el poder del paisaje sin desmerecerlo.



El cementerio cuenta con aproximadamente 15 hectáreas de  floresta o zona boscosa, con abundante fauna salvaje, que contrasta con los senderos, avenidas , catacumbas o bóvedas mortuorias, así como con los numerosos mausoleos y tumbas que en su mayoría son un ejemplo del estilo neogótico victoriano con una influencia egipcia, que refleja la moda en boga de la época motivada por las excavaciones y notables hallazgos arqueológicos realizados en Egipto por entonces.


El conjunto atrae a numerosos turistas, sobre todo la parte occidental y más antigua, donde existen muchos mausoleos que albergan los restos de personajes famosos como Karl Marx, George Eliot (Mary Ann Evans), Michael Faraday, Alexander Litvinenko, los padres y hermanos de Charles Dickens, así como otros numerosos artistas y políticos notorios de la época victoriana.


A mediados de la década de 1960, el cementerio fue escenario de una leyenda urbana según la cual el lugar era rondado por un vampiro, lo que motivó la visita de curiosos y de presuntos cazadores de vampiros y ocultistas.



Si se le ocurre hacer una nueva película de zombies, no dude en darle un toque diferente filmando en este precioso parque que homenajea a la Parca.

Taluego.

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El artículo Un cementerio de película: Highgate fue publicado por OPin el lunes, 8 de agosto de 2016. Esperamos que le sea de alguna utilidad o interés. Gracias por su visita y no olvide dejar su comentario antes de partir. Hasta el momento hay 0 comentarios: en el post Un cementerio de película: Highgate

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